miércoles, 14 de octubre de 2009

Anne Carson / Las piedras del sueño y otros asuntos

Anne Carson

Anne Carson
LAS PIEDRAS DEL SUEÑO
Y OTROS ASUNTOS
Versiones de Mauricio Montiel Figueiras

SOBRE EL HOMO SAPIENS
Con pequeños cortes el hombre de Cro-Magnon registraba en el mango de sus herramientas las fases de la luna, para pensar en ella mientras trabajaba. Animales. Horizonte. Un rostro en un cuenco de agua. En cada historia que relato llega un momento en el que no puedo ver más allá. Odio ese instante. Por eso dicen que los narradores son ciegos: una provocación.

SOBRE EL CROMOLUMINARISMO
La luz del sol ralentiza a los europeos. Vean a toda esa gente pasmada en los cuadros de Seurat. Vean al señor, meditando profundamente. ¿A dónde va un europeo cuando está “absorto en sus pensamientos”? Seurat, el viejo hechicero, ha pintado ese sitio. Se encuentra al otro lado de la atención, a una distancia que se cubre en un largo viaje a bordo de una barca perezosa. Allá es una tarde de domingo más que de sábado. Seurat ha aclarado esto mediante un método especial. Ma méthode, lo llamó, un tanto exasperado, cuando se lo preguntamos. Nos vio escabullirnos entre las frescas sombras verdes como adúlteros. El río abría y cerraba sus labios de piedra. El río apretaba a Seurat contra sus labios.

SOBRE GERTRUDE STEIN HACIA LAS 9:30
Qué curioso. ¡No tenía idea! Hoy ha terminado.

SOBRE LAS DECEPCIONES EN LA MÚSICA
Prokofiev estaba enfermo y no pudo asistir a la interpretación de su Primera Sonata para Piano a cargo de otra persona. La escuchó por teléfono.

SOBRE OVIDIO
Lo veo ahí, en una noche como esta pero fresca, mientras la luna se desliza por calles oscuras. Cena y camina de regreso a su habitación. El radio está en el suelo; el dial, verde y luminoso, brilla suavemente. Ovidio se sienta a la mesa; los exiliados suelen escribir muchas cartas. Ahora rompe a llorar. Cada noche, alrededor de esta hora, se viste con la tristeza como si fuera ropa y continúa escribiendo. En sus ratos libres aprende el idioma local (gético) para componer un poema épico que nadie leerá nunca.

SOBRE PARMÉNIDES
Nos enorgullecemos de ser gente civilizada. Sin embargo, ¿qué pasaría si los nombres de las cosas fueran totalmente distintos? Italia, por ejemplo. Tengo un amigo italiano llamado Andreas. Ha vivido tanto en Argentina como en Inglaterra, y también durante un tiempo en Costa Rica. Dondequiera que vive, invita a la gente a cenar. Es mucho trabajo. Pasta de alcachofas. Duraznos. Su sonrisa profunda nunca se desvanece. ¿Qué pasaría si el nombre correcto de Italia resultara ser Brzoy: seguiría Andreas viajando por el mundo igual que la luna errante con su luz prestada? Temo que no logramos comprender lo que él decía o sus razones. ¿Y si cada vez que decía “ciudades” quería decir “engaño”, por ejemplo?

SOBRE LA DESFLORACIÓN
Los actos de la vida no son tantos. Entrar, salir, irse en secreto, cruzar el Puente de los Suspiros. Cuando me desfloraste, descubrí que la deshonra es un acto. Sucedió en Venecia; hizo que mis cuerdas vocales se hincharan. Caminé retumbando por la ciudad, encima y debajo de puentes, pero te habías marchado. Más tarde, ese mismo día, llamé por teléfono a tu hermano. “¿Qué le pasa a tu voz?”, me dijo.

SOBRE LA IMPORTANCIA Y LA TRIVIALIDAD
Cosas importantes son el viento, el mal, un buen caballo de pelea, las preposiciones, el amor inagotable, el modo en que la gente elige a su rey. Entre las cosas triviales están el polvo, los nombres de las escuelas filosóficas, tener ganas y no tenerlas, la hora exacta. En general hay más cosas importantes que triviales; sin embargo existen más cosas triviales de las que he escrito aquí, pero enlistarlas resulta desalentador. Cuando pienso en ti leyendo esto no quiero que te aprisionen, separándote de tu propia vida con una alambrada llena de vidrio, igual que una Electra cualquiera.

SOBRE LAS REGLAS DE LA PERSPECTIVA
Trampa. Error. Deshonestidad. Estas eran las opiniones de Braque. ¿Por qué? Braque rechazaba la perspectiva. ¿Por qué? Alguien que pasa toda su vida dibujando perfiles, creía, terminará pensando que el hombre posee un solo ojo. Braque deseaba apropiarse por completo de los objetos. Así lo admitió en entrevistas publicadas. Ver cómo los planos pequeños y luminosos del paisaje se alejaban de su alcance le causaba una sensación de pérdida, de modo que los hizo añicos. “Nature morte”, dijo Braque.

SOBRE LE BONHEUR D’ETRE BIEN AIMÉE
Día tras día pienso en ti en cuanto despierto. Alguien ha sembrado gritos de aves como joyas en el aire.

SOBRE LAS PIEDRAS DEL SUEÑO
Camille Claudel pasó los últimos treinta años de su vida en un manicomio, preguntándose por qué estaba allí y escribiendo cartas a su hermano el poeta, que había firmado los papeles. Ven a visitarme, decía. Recuerda que aquí convivo con locas; los días son muy largos. No fumaba ni paseaba. Se negaba a esculpir. Aunque le daban piedras del sueño, mármol y granito y pórfido, ella las rompía y luego recogía los pedazos para enterrarlos fuera de los muros por la noche. Por la noche era cuando sus manos crecían, cada vez más grandes hasta que en la fotografía semejan dos trozos de otra persona cargados sobre sus rodillas.

SOBRE CAMINAR HACIA ATRÁS
Mi madre nos prohibió caminar hacia atrás. Así, solía decir, es como caminan los muertos. ¿De dónde habrá sacado esta idea? Quizá de una mala traducción. Los muertos, después de todo, no caminan hacia atrás: caminan, eso sí, detrás de nosotros. No tienen pulmones y no pueden llamarnos pero les encantaría que volteáramos a verlos. Muchos de ellos sucumbieron al amor.

SOBRE LA MONA LISA
Día tras día, como uno vierte agua de un envase a otro, él vertía en ella su pregunta sólo para que se le revirtiera. No me digan que pintaba a su madre, la lujuria, etcétera. Hay un momento en que el agua no está en un envase ni en otro: qué sed era aquella, y él pensaba que se detendría cuando el cuadro se vaciara por completo. Pero las mujeres son fuertes. Ella sabía de envases, sabía del agua, sabía de esa sed mortal.

SOBRE LA IMPERMEABILIZACIÓN
Franz Kafka era judío. Tenía una hermana, Ottla, judía. Ottla se casó con un jurista, Josef David, que no era judío. Cuando las Leyes de Núremberg se introdujeron en Bohemia-Moravia en 1942, la silenciosa Ottla sugirió a Josef David que se divorciaran. Al principio él se negó. Ella habló de formas en los sueños y propiedades y sus dos hijas y un enfoque racional. No mencionó, ya que aún no conocía la palabra, Auschwitz, donde moriría en octubre de 1943. Luego de ordenar el departamento, empacó una mochila y Josef David le lustró bien los zapatos. Aplicó una capa de grasa. “Ahora son impermeables”, dijo él.

SOBRE EL FINAL
¿Cuál es la diferencia entre luz e iluminación? Hay un grabado de Rembrandt titulado Las tres cruces. Representa la tierra y el cielo y el Monte Calvario. Un instante llueve sobre todos ellos; la placa se hace más oscura. Más oscura. Rembrandt nos despierta a tiempo para ver cómo la materia brota de las formas.

SOBRE LA LECTURA
Algunos padres detestan leer pero les encanta llevar a la familia de viaje. Algunos niños detestan los viajes pero les encanta leer. Curioso qué tan a menudo ambos resultan ser pasajeros en el mismo automóvil. Vislumbré las espléndidas laderas de las Rocallosas entre los párrafos de Madame Bovary. Sombras de nubes lánguidas vagaban por su enorme garganta de piedra, recorrían sus flancos sembrados de abetos. Desde entonces no puedo mirar el vello en la piel de una mujer sin pensar: “¿Hoja caduca?”

SOBRE LA LLUVIA
La noche que me fui era más oscura que las aceitunas. Cuando pasé corriendo frente a los palacios, extrañamente feliz, comenzó a llover. ¡Qué idea, después de todo, considerar estas formas diminutas! Me perdería si las contara. ¿Quién fue el primero que pensó en ello? ¿Cómo lo describió a los demás? Allá a lo lejos, en altamar, también cae la lluvia. Pero no moja a nadie.

}SOBRE LAS ORQUÍDEAS
Vivimos haciendo túneles porque nos han enterrado en vida. Tus túneles, para mí, lucirán extrañamente inútiles, orquídeas arrancadas de raíz. Pero la fragancia permanece. Un Niño Pequeño huyó de Amherst hace unos Días, escribe Emily Dickinson en una carta de 1883, y cuando se le preguntó a dónde iba, respondió: “Vermont o Asia.”

SOBRE LA HERIDA NOCTURNA DE HÖLDERLIN
“Quizá el rey Edipo tenía un ojo de sobra”, dijo Hölderlin y siguió escalando. Por encima de los árboles hay un espacio blanco como la cara interna de una muñeca. Las rocas permanecen. Los nombres permanecen. Los nombres cayeron sobre él con un siseo.

SOBRE EL HEDONISMO
La belleza me hunde en la desesperación. Ya no me importa saber por qué sólo quiero marcharme. Cuando miro la ciudad de París anhelo rodearla con mis piernas. Cuando te veo bailar se abre una inmensidad tan cruel como un marinero a merced de la calma chicha. Toda la noche florecen en mí deseos redondos como duraznos: ya no puedo recoger los que caen.

SOBRE EL REFUGIO
Gracias al fósforo se puede escribir en un muro con el corazón de un pez. Hay quienes se lo comen, en chozas a lo largo de la ribera del río. Escribo esto para equivocarme contigo tanto como sea posible. “Remplaza la puerta al marcharte”, se puede leer. Ahora dime qué tan incorrecto es eso, cuánto tiempo brillará. Dime.

Anne Carson
Plainwater: Essays and Poetry 
Vintage, Nueva York, 1995

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